Los Caídos

viernes, 14 de noviembre de 2008

La verdad, no sé si fue por la lluvia sin intensidad, pero también sin pausa, por el frío, por su significado, por su historia, pero aquello produjo en mi una extraña sensación de peso, tristeza, dureza...

Lo primero fue su forma de aparecer: todo el paraje está lleno de vegetación, de árboles, de arbustos, verdes, rojos, incluso morados y de repente, surge aquello, tan grande y frío, tan imponente y silencioso que da miedo, con una cruz de enormes dimensiones arriba, como si estuviese vigilando el mundo.

En el interior, poco cambia. La cripta es un túnel, un túnel largo, un túnel eterno, un túnel oscuro y por más grande que intentasen construirlo, resulta claustrofóbico. Su luz es triste, tan solo iluminan la inmensa bóveda y el altar del fondo.

Aquella mañana se celebraba una misa. Aunque el acceso estaba vetado, podíamos verla desde lejos. Y allí me encontraba yo, intentando distinguir los dibujos de los tapices y rallándome sobre el pasado de aquella cripta, cuando las luces se apagaron y una se dirigió al Cristo del altar y a los curas que presidían la ceremonia, siendo eso lo único que podías mirar y un agónico órgano lo único que podías escuchar, pues todos los presentes nos habíamos quedado hipnotizados y no dejamos lugar a un mísero murmullo.

Poco aguantamos allí, parecía como si todo el peso de las piedras de la basílica cayera sobre nosotros, tanto que al salir logré una sensación de alivio, de aire fresco, aunque afuera el tiempo pareciese llorar por todas las historias que esconde la cripta.

Comments

No response to “Los Caídos”
Post a Comment | Enviar comentarios (Atom)

 
KATARSIS. Citrus Pink Blogger Theme Design By LawnyDesignz Powered by Blogger