
¿Cual es el tamaño de la catarsis?
Lo primero fue su forma de aparecer: todo el paraje está lleno de vegetación, de árboles, de arbustos, verdes, rojos, incluso morados y de repente, surge aquello, tan grande y frío, tan imponente y silencioso que da miedo, con una cruz de enormes dimensiones arriba, como si estuviese vigilando el mundo.
En el interior, poco cambia. La cripta es un túnel, un túnel largo, un túnel eterno, un túnel oscuro y por más grande que intentasen construirlo, resulta claustrofóbico. Su luz es triste, tan solo iluminan la inmensa bóveda y el altar del fondo.
Aquella mañana se celebraba una misa. Aunque el acceso estaba vetado, podíamos verla desde lejos. Y allí me encontraba yo, intentando distinguir los dibujos de los tapices y rallándome sobre el pasado de aquella cripta, cuando las luces se apagaron y una se dirigió al Cristo del altar y a los curas que presidían la ceremonia, siendo eso lo único que podías mirar y un agónico órgano lo único que podías escuchar, pues todos los presentes nos habíamos quedado hipnotizados y no dejamos lugar a un mísero murmullo.
Poco aguantamos allí, parecía como si todo el peso de las piedras de la basílica cayera sobre nosotros, tanto que al salir logré una sensación de alivio, de aire fresco, aunque afuera el tiempo pareciese llorar por todas las historias que esconde la cripta.
Creemos saberlo todo sobre nosotros, que somos cada día un poco más inteligentes, que cada vez tenemos menos miedos. Sin embargo, un día se produce una colisión y la cosa cambia de manera brusca ¿Sabes a lo que me refiero? Es en esos momentos cuando sacamos lo innato, porque en esas situaciones no puedes permanecer en estado de shock, debes decidir y hacerlo ya. Pero ¿qué es lo innato en el hombre sino el miedo? En esta película recordé que no siempre somos quienes creemos ser. Una crítica a la sociedad (en general) norteamericana (en particular).
La satisfacción de una película bien hecha es difícil de alcanzar, pero cuando se llega, entras por la puerta grande a la catarsis y muchas veces de forma inconsciente.
Sé que en algún lugar de tu mente hay algo que te hace estremecer, que te provoca escalofríos, que saca lágrimas de tus ojos, que te achica las pupilas, que te obliga a tragar saliva, a morderte el labio, a aguantar la respiración, a retroceder y a avanzar, pero a lo mejor está dormido.
Sé que existen cosas que estimulan tus sentidos, pero tú andas mirando al suelo.
No sé si podré encontrar todo eso ya que las cosas que me hacen sentir no son las mismas que te hacen sentir a ti (serían aburridas y sospechosas tantas coincidencias ¿no crees?).
Por ello te invito a caminar conmigo, (sí, yo estoy buscando también) ¿y qué mejor lugar para caminar que el arte?
Bienvenido a la búsqueda de la catarsis.
Me contaron el otro día todo lo que hay tras la puerta y sentí algo extraño que aún no alcanzo a identificar, creo que lo llaman “curiosidad”.
Será lo que sea, pero yo no puedo permanecer más tiempo aquí, tengo que cruzar el umbral, me voy...